Seguramente en alguno momento de tu vida sexual ya has puesto en práctica la técnica Yab-Yum, pero no sabías como se llamaba. Acá te contamos cuál es.

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La práctica del tantra ha ganado popularidad en los últimos años gracias a sus beneficios para la conexión emocional y física en pareja.
Dentro de este mundo, la posición Yab-Yum es una de las más icónicas y poderosas. Se dice que no solo mejora la intimidad, sino que también permite alcanzar un nivel de energía y placer mucho más profundo.
¿Qué es la posición Yab-Yum?
La posición Yab-Yum es una postura sexual y meditativa proveniente de las prácticas tántricas, en la que uno de los miembros de la pareja se sienta con las piernas cruzadas y el otro se acomoda sobre su regazo, rodeándolo con sus piernas.

La posición Yab-Yum es mucho más que una postura sexual; es una experiencia íntima que fomenta la conexión física y emocional.
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Esta posición fomenta el contacto visual, la sincronización de la respiración y un flujo de energía compartido. Otros beneficios son:
- Mayor conexión emocional: Al estar cara a cara y mantener contacto visual, se refuerza la intimidad y la compenetración con la pareja.
- Estimula la energía sexual: Según el tantra, esta posición permite que la energía fluya libremente entre ambos cuerpos.
- Favorece la relajación: La combinación de movimientos suaves con respiración controlada ayuda a disminuir el estrés.

Integrarla en la vida en pareja puede mejorar la comunicación, la energía y la satisfacción mutua.
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- Mejora la resistencia: Al no centrarse en el coito rápido, esta práctica prolonga el placer y permite una experiencia más profunda.
- Equilibrio de energías: Para el tantra, el Yab-Yum simboliza la unión del principio masculino y femenino, equilibrando las energías del cuerpo.
¿Cómo practicar la posición Yab-Yum correctamente?
- Encuentra un ambiente cómodo: Es importante realizar esta práctica en un lugar tranquilo y con buena energía.
- Adopta la postura adecuada: Una persona se sienta con las piernas cruzadas y la otra se acomoda sobre su regazo, envolviéndolo con sus piernas.
