Cómo diferenciar el discurso del odio de las bromas y la libertad de expresión

La app 'No more haters' ayuda a identificar prejuicios y estereotipos en los mensajes de las redes sociales

Body shame, cyber bullying and bad behavior online concept. Internet troll sending mean comment to picture on an imaginary social media website with smartphone.

Las mujeres se ven más afectadas por el discurso del odio, por comentarios antifeministas y también vinculados a su aspecto físico.

Los jóvenes son conscientes de que, en las redes sociales, navegan prácticamente a diario entre mensajes de odio llenos de carga ideológica y política, pero, mayoritariamente, admiten su incapacidad para distinguir la frontera entre lo admisible y lo inadmisible, entre lo que es un meme divertido de lo que supone una humillación a una persona o colectivo vulnerable, entre lo que es libertad de expresión de lo que es desinformación. 

Y, aunque perciben esos discursos de odio como un peligro y reconocen que afecta a su manera de comportarse, a sus hábitos y a lo que comparten o no en redes, los asumen como algo inevitable, como la contrapartida a poder disfrutar de libertad en las redes.

Así se desprende de la investigación Romper las cadenas de odio, tejer redes de apoyo: Los y las jóvenes ante los discursos de odio en la red que el Centro reina Sofia sobre Adolescencia y Juventud de Fad y Maldita.es han llevado a cabo entre jóvenes de 14 y 29 años en el marco del proyecto No More Haters.

Durante su presentación, quedó claro que uno de los peligros a los que están expuestos los jóvenes (y los no tan jóvenes) en internet es la normalización y legitimación de determinados discursos del odio solamente porque son muy comunes o tienen una amplificación muy elevada; o porque se ve internet como "una ciudad sin ley" demasiado grande para ser controlada.

Un grupo de jóvenes conectados en las redes sociales

Los jóvenes creen que las plataformas no tienen herramientas ni implicación para controlar el odio

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De hecho, la conclusión de los investigadores es que los jóvenes creen que es muy complicado tener conocimiento de cuál es la regulación y las implicaciones jurídicas de este tipo de mensajes en las redes, y consideran que las plataformas de las redes sociales no tienen las herramientas ni la implicación necesaria para controlar el odio. Por ello reclaman no sólo más claridad en las normas, sino que se faciliten mecanismos de control y denuncia, filtros que criben las noticas verdaderas y falsas y que faciliten a los usuarios esa tarea.

Las excusas y la banalización

Del 'tienes la piel muy fina' al 'es mi opinión'

Porque el primer paso para combatir esta lacra, explican los investigadores, es poder identificar y distinguir los discursos del odio, tarea que no siempre es fácil, como denuncian quienes están en su punto de mira. 

"Es que tienes la piel muy fina", "no tienes sentido del humor", "yo no tengo por qué ser políticamente correcto", "solo digo lo que pienso, para eso hay libertad de expresión"... son algunas de las excusas con las que a menudo se encubren o banalizan discursos discriminatorios o que conllevan odio oculto o de "baja intensidad" y que provocan que no siempre uno sepa identificar dónde está la frontera. Así lo han explicado Charo Alises Castillo, jurista en la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB), y Selene de la Fuente, abogada y técnica de Igualdad en Secretariado Gitano, en la mesa de diálogo El discurso de odio en redes. Perspectiva desde colectivos afectados, organizada en el marco de la iniciativa No More Haters.

"La gente se escuda tras el 'es mi opinión', pero hay que decirles que no, que eso es un problema para la sociedad, porque más allá de la libertad de expresión, está el daño que se infringe a otra persona", explicaron.

Algunas pistas

La intención, la empatía

Y en esta línea, Alises y De la Fuente dieron algunas pistas para identificar dónde está la frontera entre opiniones, bromas y discursos del odio. La primera es la intencionalidad; pensar qué hay detrás de ese mensaje: si se busca la burla, la humillación o hacer daño a una persona o colectivo, es discurso del odio, es violencia contra unas víctimas.

Y cuando se trata de humor y la intención no es humillar ni hacer daño, hace falta aplicar otro segundo filtro: la empatía. "Puedes apelar a tu libertad de expresión para hacer un chiste, pero también hay que tener un poco de sentido de humanidad y empatía para ver si con ello estás haciendo daño a un grupo de personas", enfatiza Alises.

Puede que solo quieras hacer un chiste, pero también deberías ver si con ello estás haciendo daño

Charo Alises CastilloJurista en FELGTB

La jurista considera necesario reforzar mucho la educación en el respeto a la diferencia, "y educación no solo en la escuela, sino en cualquier ámbito social, porque hay generaciones en las que está normalizada la homofobia o la transfobia, el racismo sutil..." 

La app

También desde Fad y Maldita.es están convencidos de que combatir el discurso del odio en las redes pasa por sensibilizar, en especial a los jóvenes, sobre el peligro de estos mensajes y actitudes y ayudar a superar prejuicios. De ahí que hayan desarrollado la app No More Haters, ¡rompe la cadena del odio! dirigida al colectivo de entre 14 y 29 años, para que, a través de juegos, identifiquen y reaccionen ante mensajes de odio y sumen puntos si aciertan. 

La web-app, en castellano e inglés, incluye un buscador de bulos para identificar desinformaciones, y mensajes para superar prejuicios y estereotipos y fomentar el diálogo. Además, permite jugar en modo "clase" y para eso se ha diseñado una guía de apoyo para que los profesores puedan trabajar estos temas desde la escuela. 

"Hay un carga ideológica y política en las redes sociales que para los adolescentes y jóvenes es difícil de cribar; por eso hemos impulsado este proyecto, que pretende llegar a 35.000 jóvenes, y una herramienta que, ya sea de forma individual o en clase, enseñe cómo identificar este discurso y cómo actuar, tanto si eres víctima como observador, porque puede que muchos y muchas no sean conscientes de que compartiendo un meme de humor que estigmatiza a un colectivo están contribuyendo a ese discurso del odio tan peligroso", ha comentado la directora general de Fad. 

Laura Chaparro, coordinadora editorial de proyectos en Maldita.es, ha explicado cómo el discurso del odio es una especie de iceberg del que vemos la violencia física o verbal, pero que tiene otra parte oculta -estereotipos, prejuicios, odio de fondo...- que cala en los jóvenes y provoca mucho daño social porque es la base de mensajes y violencias posteriores.

Muchos no son conscientes de que compartiendo un meme contribuyen a ese discurso del odio

Beatriz Martín PaduraDirectora general Fad

Stribor Kuric, investigador del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de Fad, explicó que el odio online, el de las redes, tiene traslación offline, porque en el estudio los jóvenes reconocen que les provoca angustia, ansiedad, estrés y, sobre todo, miedo, y eso supone a su vez que apliquen cierta autocensura en la forma en que contestan o no en redes sociales, en las fotos o post que suben... 

Kuric ha comentado que las jóvenes se sienten más afectadas por el discurso del odio porque se las asocia al movimiento feminista, que es activador de mensajes de odio, y también se ven juzgadas y sometidas al odio por su aspecto físico. 

Por otra parte, según la investigación, los jóvenes consideran que los colectivos más vulnerables en redes son las personas inmigrantes, los colectivos LGTBI, las mujeres abiertamente feministas y las etnias. 

En cuanto a los motivos que están detrás de quienes generan discurso de odio, los jóvenes creen que son la ignorancia o incapacidad para el debate, falta de contacto, malas experiencias, inmadurez, aburrimiento, complejos de inferioridad, la asimilación de códigos y conductas nocivas o llamar la atención. "Se invisibiliza la problemática del odio institucionalizado y organizado", los jóvenes no parecen conscientes de ello, ha enfatizado Kuric.

Categoría: GENERAL Miércoles 28 de Abril del 2021