El humorista Manolo Royo regresa a Caspe con un pregón de inicio de las fiestas patronales, con anécdotas, humor y una placa.

 

El humorista y cómico aragonés ha regresado este sábado a Caspe, su pueblo natal, como pregonero de las Fiestas de San Roque, patrón de la localidad. Invitado por la alcaldesa, Ana Jarque. Quien agradeció a Manolo Royo que aceptara la invitación del Ayuntamiento y animó a disfrutar de las fiestas a todoss en un año que se celebra el 175 aniversario de la Policía Local.

Manolo Royo, colaborador de Navarra Información con su viñeta de humor diaria y artículos de opinión de actualidad y más, regresó a su pueblo como anfitrión pregonero. Un humorista orgulloso de su tierra y de su pueblo, que siempre «lo ha tenido a gala», tanto en sus actuaciones como en su vida. Un humorista que estuvo entre la vida y la muerte hace tan solo 5 años, a causa del coronavirus o Covid y el manto de la Virgen del Pilar, le cubrió y milagrosamente salió adelante.

 

Llevó el humor a su pueblo natal en un pregón festivo, con anécdotas, algún chiste y pinceladas emotivas de su historia vivida en Caspe. Esta localidad que hoy luce una nueva placa en la casa donde vivió el cómico en el nº31 de la calle Rosario. Desde la cual, por el balcón bajaba «con la cuerda de la cortina para ir a ver el circo». En menudos líos me metía», recuerda entre sonrisas.

Tras descubrir la placa en la que fue su casa, Manolo Royo lanzó el Pregón esperado. En el que algún chiste tenía que haber, pues así se lo pidieron algunos vecinos.

El cómico caspolino junto a autoridades, cientos de vecinos, compañeros de clase, visitantes y las 15 caspolinas y caspolinos de Honor 2025, comenzó su discurso en la plaza Compromiso de Caspe. «Es la Ciudad del Compromiso… Y para mí no lo es, todo lo contrario. Es un honor daros el pregón«, dijo en su pregón.

Un discurso de humor, recuerdos y emoción, desde el corazón a Caspe. Entre risas de los asistentes contaba como «Terminada la Última Cena, se acercó un apóstol a Jesús y le dijo: Señor, la cena te habrá salido CARA. A lo que Jesús contestó: No, me ha salido CRUZ».  Pero no dejó de lado a San Roque «y los problemas que tuvo para meter el perro en la iglesia. Todo eran pegas: que si lo tenía vacunado, que si estaba desparasitado, que si lo tenía que llevar con correa… » . Ese «santo popular, que se celebra en todos los países de Hispanoamérica. Y patrón hasta de la ciudad de Santiago de Compostela«, continuaba.

 

«Y de Sástago, sin ir más lejos, hace muchos años contrataban a un orador al que pagaban cada vez que nombraba al santo, de manera que, desde el púlpito comenzaba a decir el mosén: ¿Dónde pondremos a San Roque, dónde lo pondremos? Lo repitió tantas veces que uno se levantó y le dijo al cura: ¡Rediós, póngalo aquí que hay sitio!» recordaba mientras continuaban las risas.

Un pregón en el que iba desgranando su vida familiar «mi nombre en un cartel en letras grandes: “Manuel Royo” y debajo ponía fábrica de sifones» en el balcón de casa de su abuela. «Almacén de frutas, el callejón de la Tía Rebufa, la sastrería de ELISEO, los periódicos de la señora PACA», todo recuerdos de una vida añorada y vivida. Contó como fue «monaguillo antes que cómico». «En esta iglesia que nos han puesto de decorado (La Colegiata). En ella tomé la Primera comunión. Bueno, a mí ya me habían dado las mías. Comulgué vestido de marinero, que es la primera vez que llevaba uniforme en mi vida», contaba.

Recordó también al maestro «Don César, nos enseñaba los Cuatro Puntos Cardinales y los ríos de España, que es lo único que no ha cambiado», más risas de los asistentes.

 

Todo Caspe, y el humorista también, disfrutaron de recuerdos, historia y humor mientras Manolo Royo finalizaba deseando felices fiestas: «Somos 10.700 habitantes, no voy a pasar lista, voy a desearos a todos Salud y Larga Vida».

 

Pregón completo

 

Don César, el maestro y Manolo Royo, los dos con corbata.