Biohabitabilidad o cómo convertir tu casa en un espacio saludable

Aprende a reducir los campos electromagnéticos, los contaminantes químicos y los biológicos


Biohabitabilidad o cómo convertir tu casa en un espacio saludable

En entorno en el que vivimos afecta a nuestra salud (iStockphoto)

Que el entorno en el que vivimos afecta a nuestra salud es una realidad cada vez más incuestionable. Las cifras estimadas de enfermos por contaminación ambiental no paran de crecer, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) no para de alertar sobre ello. Pero no sólo debemos concentrarnos en reducir nuestro impacto en el espacio público, también debemos cuidar de nuestros hogares.

En la actualidad, pasamos cerca del 90% de nuestro tiempo en espacios interiores, ya sea en casa, en el trabajo o en algún medio de transporte, según un estudio de YouGov. Por tanto, los contaminantes que más nos afectan los podemos detectar, en gran medida, en nuestra propia vivienda.

Pasamos el 90% de nuestro tiempo en espacios interiores, ya sea en casa o en el trabajo

Con el objetivo de mantener un espacio lo más saludable posible, aparece la biohabitabilidad, que estudia hasta qué punto puede habitarse un entorno determinado. Gracias a esto, también se puede determinar el nivel de bienestar y salud que garantizan a las personas estos lugares en los que pasamos tanto tiempo.

Según el Instituto Español de Baubiologie (o bioconstrucción), un hábitat saludable es claramente beneficioso. No sólo proporciona confort, sino que no genera ni agrava enfermedades, ni tampoco produce o recibe emisiones contaminantes.

La biohabitabilidad estudia hasta qué punto un entorno es habitable, y su nivel de bienestar y salud

De la misma manera, una vivienda no saludable tiene efectos negativos sobre las personas; los factores ambientales se manifiestan en síntomas como cansancio o alergias, por ejemplo. Es difícil detectar que el origen de estas enfermedades está en el entorno en que vivimos, pero la OMS las recoge como enfermedades por causas ambientales desde 1982.

“Cuando se está muy expuesto a un lugar alterado, el sistema inmune se debilita muchísimo, y empiezan a aparecer los primeros síntomas”, explica el arquitecto y geobiólogo Pere León, experto en salud del hábitat. Según sus estudios, los primeros indicadores son las alteraciones del sueño.

Los campos electromagnéticos de los aparatos electrónicos pueden interferir en la calidad de nuestro sueño

Los campos electromagnéticos de los aparatos electrónicos pueden interferir en la calidad de nuestro sueño (iStockphoto)

“Mientras dormimos, nuestro cuerpo realiza distintos procesos biológicos, pero si hay interrupciones estos no se llevan a cabo correctamente. Los campos electromagnéticos, por ejemplo, influyen mucho en el sistema central”, añade León, y explica algunos síntomas que podemos detectar. “Despertarse entre las 3 y las 4 de la madrugada, aproximadamente, apretar los dientes mientras se duerme o levantarse más cansado de lo que uno se fue a dormir son bastante indicativos.”

Los campos electromagnéticos, tanto artificiales como naturales, son unos de los contaminantes más potentes de nuestro entorno, ya que afectan en mayor o menor medida al 75% de la población. Pero no son los únicos. Carmen Espinosa, arquitecta, explica que también podemos estar en contacto a diario con contaminantes químicos y biológicos. “Para mantener una vivienda con buena biohabitabilidad, tenemos que mantener un equilibrio entre los tres tipos, y tratar de reducir su presencia en nuestros hogares”.

Para mantener una vivienda saludable, tenemos que tratar de reducir los campos electromagnéticos, los contaminantes químicos y los biológicos

Carmen Espinosa Arquitecta

Desde el campo de la arquitectura, cada vez se trabaja más teniendo en cuenta la geobiología y la biohabitabilidad. A la hora de edificar se buscan terrenos donde el aire tenga buena calidad y exista poca radiación, entre otros. Además, explica Espinosa, muchas de estas nuevas construcciones tratan de respetar el medio ambiente al máximo, y se trabaja en aspectos como mejorar la eficiencia energética.

Podemos ver que se trata de un sector cada vez más concienciado y respetuoso. Aun así, las modificaciones que poco a poco se incorporan en el diseño de nuevas viviendas, no siempre se pueden implantar en aquellas casas ya habitadas. Por ello, estos dos expertos y el ingeniero Carles Surià plantean pequeñas acciones que cada familia puede llevar a cabo para mejorar su entorno.

Reducir el flujo eléctrico

En relación a los trastornos del sueño que mencionaba León, Surià señala que “los estímulos energéticos deberían mantenerse lo más bajos posibles, sobre todo en la zona del dormitorio”. Es decir, apagar el wifi por la noche, poner el móvil en modo avión y evitar enchufar cosas en la habitación cuando nos vamos a dormir.

También es mejor utilizar despertadores a pilas. Y, si es posible, dejar fuera del dormitorio los teléfonos inalámbricos y los vigilabebés que retransmiten video.

Evitar los muebles de conglomerado

El mobiliario de madera maciza suele ser algo más caro que si es de otro tipo. Pero por otro lado, maderas compuestas como los conglomerados o laminados contienen muchas colas que emiten químicos en la vivienda. Un truco para mejorar estos muebles podría ser taponar manualmente los agujeros visibles, aquellos que se utilizan para colgar las estanterías o armarios a distintos niveles.

Consumir productos ecológicos

Las etiquetas de los alimentos cada vez contienen más información que nos puede ser muy útil. No todos los pesticidas utilizados en el cultivo o los alimentos procesados son necesariamente nocivos para la salud, pero cocinar con productos ecológicos y naturales en casa previene la ingesta de algunos químicos y tóxicos.

Ventilar regularmente la vivienda

Ventilar es una de las acciones de mantenimiento más básicas que se puede llevar a cabo para mejorar la salubridad de la vivienda. Dejar que el aire de casa se renueve habitualmente evita las condensaciones y disminuye las posibilidades de que aparezca moho. Además, tener los espacios bien iluminados con luz natural ayuda a este último objetivo y disminuye el consumo de energía eléctrica.

Pero sobre todo, si en algo coinciden los expertos, es en que, ante la duda o la aparición de cualquier síntoma relacionado con la contaminación ambiental, se consulte a un especialista. Se pueden realizar estudios geobiológicos de la vivienda y el entorno. Y, por supuesto, los médicos pueden ampliar la lista de recomendaciones y tratar las enfermedades que se manifiesten.

El primer indicador de que en nuestro hogar puede haber contaminación ambiental son los trastornos de sueño

Fuente: http://ow.ly/gByq30pxZDT

Categoría: HOGAR Martes 17 de Septiembre del 2019