Alternativas terapéuticas y cosméticas frente a las rojeces

Mujer bebiendo agua con gorro y gafas de sol

Una piel sensible y reactiva es aquella que reacciona a estímulos ambientales a los que la piel sana no lo hace

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano. En nuestro día a día existen factores externos que pueden provocar un impacto en la misma y llegar a causar alteraciones como las rojeces, una afección que no distingue de género ni edad aunque en algunos casos existe una predisposición familiar.

“Una piel con una rojez es una piel que por algún motivo ha sido agredida y ha perdido sus características habituales, tanto funcionales como estéticas. Normalmente, estas rojeces indican un daño en la epidermis y en los casos más graves también en la dermis”, ahonda Marta Alcalde, Vocal de Dermofarmacia y Productos Sanitarios del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona (COFB)

Las causas de las rojeces son diversas e incluyen desde las condiciones ambientales con las que vivimos, pasando por el tipo de actividades que ejecutamos cada día o el consumo de medicamentos sensibilizantes, hasta, en algunas ocasiones, tratamientos estéticos que alteran y castigan nuestra piel. Sin embargo, el tipo más frecuente de rojez aparece como consecuencia de una piel sensible o reactiva.

Una piel sensible y reactiva es aquella que reacciona a estímulos ambientales a los que la piel sana no lo hace. Los desencadenantes pueden ser agentes como el frío, el viento, el sol, los cambios de temperatura, las comidas picantes o muy calientes, los productos químicos como fragancias o conservantes o la fricción (por ejemplo, la barba de la pareja). Además, cuando la piel sensible se engloba en el contexto de la rosácea, entonces el estrés emocional puede ser otro desencadenante”, explica a CuídatePlus Mayte Truchuelo, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y dermatóloga de la Clínica Pedro Jaén.

El síntoma principal de las rojeces es el ardor o picor, aunque en casos leves las personas afectadas no suelen presentar molestias. ¿Cuánto tiempo tardan en desaparecer? “El tiempo hasta la desaparición del brote dependerá de si se pone o no un tratamiento adecuado y de si se evitan los desencadenantes. Pero la tendencia a tener una piel sensible, una vez desencadenada, ya persiste en el tiempo, aunque con un buen tratamiento se puede mantener asintomática (sin que se manifieste)”, añade Truchuelo.

Para evitar las rojeces, la dermatóloga señala que hay que cuidar la piel e intensificar su hidratación con los productos adecuados (a poder ser que asocien activos hidratantes, antiinflamatorios y antirrojeces).

¿Cómo hay que cuidar la piel con rojeces?

Teniendo en cuenta esta premisa y la importancia de cuidar la piel para evitar la aparición de la rojez, además de asegurarnos de que la piel está correctamente hidratada, hay que protegernos del sol.

Se deben utilizar fotoprotectores específicos para evitar los eritemas solares siempre que se realicen actividades en el exterior, sobre todo ahora en verano que tenemos más horas de insolación y pasamos más tiempo al aire libre”, afirma Alcalde.

La portavoz del COFB indica que en el caso de que la persona se haya hecho un tratamiento dermoestético ha de ser plenamente consciente de que su piel ha sufrido una agresión y de que necesitará unos cuidados específicos de higiene y regeneración para recuperarla.

Si la persona necesita tomar un medicamento sensibilizante, habrá de estar informado para poder tomar medidas de prevención y evitar así los efectos sobre su piel.

Cuando la piel ya ha sufrido la rojez, el cuidado se centrará en la recuperación de la misma, usando productos dermatológicos y de higiene que no contengan alcoholes, perfumes o pigmentos. Las texturas serán preferiblemente ligeras y no oclusivas”, apostilla la farmacéutica.

A estas recomendaciones Truchuelo añade que la limpieza y la hidratación deben mantenerse en el tiempo.

¿Qué tratamientos tienen las rojeces?

El cuidado de la piel y evitar los desencadenantes (viento, frío, cambios de temperatura, productos agresivos químicos, fragancias, etc.) son acciones que podemos aplicar para intentar evitar las rojeces.

Truchuelo señala que en estas pautas de autocuidado se pueden utilizar activos antirrojeces, como por ejemplo cardo mariano, ácido metilsulfonilmetano, enoxolona (obtenido del regaliz), alantoina, aceite de canola, vitamina B3, extracto de ginseng y algas rojas, entre otros.

Pero existen más opciones, como las sesiones de láser vascular (normalmente tres anuales), que se pueden combinar con estos cuidados para obtener mayor beneficio.

“Para las rojeces los dermatólogos contamos con el láser vascular (ya sea el V-Beam, el neodimio o la luz pulsada intensa) que tiene un efecto vasoconstrictor (cierra los vasos superficiales que están abiertos en las rojeces) y a la vez tiene efecto antiinflamatorio. Además, la luz pulsada asocia efecto antienvejecimiento”, especifica.

Por otro lado, no hay que olvidar que los pacientes con pieles con rojeces deben evitar la ingesta de alcohol, ya que produce vasodilatación capilar y hay mayor llegada de flujo a la cara y por tanto, mayor rojez.

¿Qué alternativas cosméticas existen?

A la hora de elegir los productos con los que cuidaremos la piel, Alcaide señala que es importante el uso de productos específicos porque las pieles enrojecidas son pieles agredidas por algún motivo, que no tienen un estado fisiológico normal. “Hemos de usar productos que las protejan a la vez que ayuden a recuperar su estado original. También deberemos usar productos que ayuden a prevenir las rojeces en el caso que sepamos el origen de las mismas”.

Según la experta, la recuperación de estas pieles se centrará en:

Higiene

Las pieles enrojecidas han perdido su función barrera y son más vulnerables a infecciones o a otros factores externos, por lo tanto, necesitan productos de limpieza más específicos.

“En función del tipo de agresión causante de la rojez y de la zona afectada, existen diferentes productos y protocolos, aunque como norma general se han de usar jabones syndet de pH fisiológico (5,5) sin detergentes agresivos que contengan tensioactivos aniónicos. El secado se hará de forma suave sin friccionar para no irritar más la piel. Se ha de evitar que la piel quede húmeda”, explica Alcalde.

Regenerador tisular

En una piel con rojez normalmente se necesita un aporte extra de sustancias regeneradoras, reepitelizantes, cicatrizantes, y estimuladoras de la formación de colágeno. También se necesitan sustancias calmantes que disminuyan la tirantez y el rubor.

Para ello se usan preparados que contienen activos como la centella asiática, el aceite de rosa mosqueta, el sucralfato, la caléndula, el ácido hialurónico, el dexpantenol, el aloe vera… Se evitarán los productos que contengan sustancias vasodilatadoras para no aumentar más la rojez.

Hidratación

La piel necesita recuperar su contenido hídrico, por lo tanto, se usarán cremas hidratantes que contengan activos que retengan agua y que tengan capacidad emoliente como las ceramidas, lípidos, ácidos grasos esenciales, ácido hialurónico…

Fuente: http://ow.ly/7F2030pqEag

Categoría: BELLEZA Miércoles 28 de Agosto del 2019